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Los barrios de Catalunya dicen basta a los cortes indiscriminados de Endesa

Sant Roc (Badalona), el Culubret (Figueres) y la Font de la Pólvora (Girona) sufren cortes diarios por culpa de la dejadez de la compañía distribuidora

En una rueda de prensa conjunta con la Alianza contra la Pobreza Energética (APE), las entidades vecinales y la participación de la alcaldesa de Figueres, Agnès Lladó, exigen responsabilidades a Endesa y reclaman la implicación de las Administraciones

Barcelona, 24 de diciembre de 2020

Coincidiendo con la víspera de Navidad, hoy tres barrios de diferentes municipios catalanes, en coordinación con la Alianza contra la Pobreza Energética (APE), hemos denunciado públicamente el maltrato del que son víctimas por parte de Endesa, a través de su compañía distribuidora e-distribución. Sant Roc (Badalona), el Culubret (Figueres) y la Font de la Pólvora (Girona), hace años que sufren cortes generalizados y en muchos casos diarios por culpa del mal estado de la red y la falta de inversión y soluciones, con la consiguiente vulneración de derechos básicos para todas las familias afectadas.

Por este motivo, hemos convocado una rueda de prensa conjunta frente a la sede central de Endesa en Barcelona para exigir responsabilidades a la compañía y reclamar la implicación de las diferentes Administraciones competentes en materia de energía. En la convocatoria han intervenido representantes de la APE y la Plataforma Sant Roc Som Badalona y la alcaldesa de Figueres, Agnès Lladó.

Los tres barrios comparten problemática y desesperación por la falta de respuesta por parte de Endesa. Los cortes hace años que afectan la vida de sus vecinas, que no pueden contar con un suministro regular. Actividades cotidianas como cocinar, ducharse, estudiar o calentarse son misión imposible para todas ellas por culpa de los cortes diarios que pueden alargarse durante horas.

En el caso de Sant Roc, el barrio contaba en 2015 con 12.386 habitantes y hace años que sufre cortes del suministro eléctrico durante los meses de invierno, coincidiendo con la época de máxima demanda. El Ayuntamiento ha cifrado en 500 las familias afectadas. Las entidades, como es el caso de la Plataforma Sant Roc Som Badalona, han denunciado la situación y compartido que, gracias a la presión vecinal, los últimos días han conseguido que Endesa actúe de urgencia, pero continúan a la espera de cambios estructurales en la red, después de que hace dos años ya se produjera un incendio con víctimas mortales en el barrio. Al mismo tiempo, el actual alcalde de la ciudad, Xavier García Albiol, lejos de buscar soluciones a esta situación, se limita a criminalizar a las familias que ven vulnerados sus derechos diariamente.

Por su parte, las vecinas del barrio del Culubret, en Figueres, sufren desde hace años cortes indiscriminados. El consistorio ha buscado soluciones durante los últimos meses, pero Endesa sigue sin dar respuesta a la problemática y, como en los otros casos, alega que las constantes interrupciones de suministro tienen su origen en las conexiones irregulares y el fraude eléctrico, obviando el estado de la red y su deficiente mantenimiento.

Finalmente, en el caso de la Font de la Pólvora, se trata de un barrio situado en uno de los márgenes de la capital gerundense, con 1.771 habitantes, que a menudo ha sufrido el olvido de las autoridades municipales. A pesar de que sus vecinas han sufrido estos cortes desde hace más de cuatro años, la alcaldesa Marta Madrenas no ha apoyado al barrio y en numerosas ocasiones ha criminalizado a las familias que allí residen. Gracias a la presión de las entidades, hace meses se decidió sectorializar la red para evitar que todas las vecinas de una misma calle, suministradas a través de la misma fase, sufrieran las interrupciones al mismo tiempo. Las obras se detuvieron durante el estado de alarma y los cortes, a menudo de 6 o 7 horas, se siguieron repitiendo durante el confinamiento y aún están presentes al día de hoy.

Ante este escenario y entendiendo que no se trata de hechos aislados sino de una demostración de la nula responsabilidad de Endesa en sus tareas de obligado cumplimiento en cuanto al mantenimiento y el buen estado de la red, los diferentes barrios y la APE exigimos a la compañía soluciones estructurales. Es necesario, en primer lugar, que se realicen auditorías independientes y transparentes sobre la red de distribución en los territorios afectados con el fin de detectar las posibles intervenciones. Asimismo, mientras no se lleven a cabo los cambios necesarios a largo plazo, es imprescindible que se asegure que ninguna vecina se vea privada de su suministro eléctrico en pleno invierno. Por ello, es necesario que Endesa facilite actuaciones rápidas y efectivas: sectorializaciones de la red, instalación de generadores, etc. Ninguna solución será completa si una sola vecina sufre un corte en su casa.

Por otra parte, las entidades y el Ayuntamiento de Figueres, a menudo demasiado solos ante la problemática, exigimos la implicación de las Administraciones competentes en la materia. Primero, el Departamento de Empresa y Conocimiento, responsable de velar por el correcto ejercicio de la actividad de las compañías distribuidoras (artículo 133.1.b del Estatuto) y su consejero Ramon Tremosa deben priorizar esta grave vulneración de derechos entre sus tareas pendientes y asegurarse de que se impulsen las correspondientes sanciones desde la Agencia Catalana del Consumo ante los numerosos incumplimientos contractuales que se están produciendo.

Además, es menester que en el ámbito estatal, tanto el Ministerio para la Transición Ecológica, liderado por la ministra Teresa Ribera, como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), se impliquen también en estos casos y tramiten los oportunos expedientes sancionadores ante la actuación de Endesa si se detectan incumplimientos de sus obligaciones como distribuidora (artículo 41 del Real Decreto 1955/2000).

Como se ha adelantado anteriormente, los casos de Sant Roc, el Culubret y la Font de la Pólvora no son hechos aislados y responden a una política de empresa, que prioriza los beneficios (1.511 millones de euros en los primeros nueve meses de 2020) por encima de los derechos de la ciudadanía. En este sentido, la APE ya ha entrado en contacto con otros territorios del Estado que padecen situaciones similares, como son la Zona Norte, en Granada, o la Cañada Real, en la Comunidad de Madrid (en este caso por parte de UFD, del grupo Naturgy). Algunas de las entidades de estos barrios ya han optado por la vía judicial como alternativa para obtener soluciones reales y marcan el camino a seguir si Endesa sigue dando la espalda a las vecinas afectadas.

Desde las entidades e instituciones convocantes, reclamamos soluciones efectivas y que Endesa ponga fin al sufrimiento de cientos de familias catalanas. Llegaremos hasta donde sea necesario para que estas personas puedan disfrutar de un suministro garantizado en el futuro, especialmente ahora que acabamos de entrar en invierno. Esta denuncia es solo un primer paso que da el pistoletazo de salida a esta campaña para conseguir que nadie sea privado de acceder a la electricidad por la dejadez de las grandes compañías como Endesa.

¡Los barrios organizados dicen basta a los cortes generalizados!