Con las negociaciones del convenio de pobreza energética estancadas, entidades y administraciones salimos públicamente a denunciar la actitud de la compañía
Endesa sigue exigiendo que la Administración asuma el 50% de la deuda acumulada, pero en un contexto de crisis sanitaria, social y económica, la condonación es la única vía
Barcelona, 28 de julio de 2020
Como ya hicimos a principios de septiembre de 2019, las entidades y las administraciones salimos conjuntamente para denunciar la actitud de Endesa en las negociaciones para el esperado convenio de pobreza energética. Después de meses de reuniones, la compañía sigue exigiendo que la Administración asuma la mitad de la deuda acumulada por las familias vulnerables desde 2015, una cuestión inaceptable ante el escenario de pandemia.
Con esta posición, Endesa bloquea cualquier posibilidad de acuerdo y mantiene a las familias a la espera en plena crisis sanitaria. A las puertas de una nueva crisis social y económica, tal vez más profunda que la de 2008, es totalmente inasumible que el dinero público se destine a maximizar los beneficios de la empresa y, por lo tanto, la condonación es la única vía.
Por este motivo, las entidades y administraciones que hemos participado en el grupo de trabajo de elaboración y seguimiento del convenio damos un paso adelante y exigimos a Endesa que acepte hacerse cargo del conjunto de la deuda y firme de una vez por todas la propuesta consensuada. En la rueda de prensa convocada, hemos participado la Alianza contra la Pobreza Energética (APE), la Mesa del Tercer Sector, la Generalitat de Catalunya, a través del Consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el-Homrani, el Ayuntamiento de Barcelona, las cuatro diputaciones, así como las entidades municipalistas y la AMB.
Todas las participantes compartimos nuestra preocupación por el actual escenario a raíz del estallido de la pandemia de la COVID-19. Los Bancos de Alimentos atienden más personas que nunca. El de Barcelona, por ejemplo, ha superado registros de 2008 y ha pasado de 114.000 usuarias a cerca de 160.000. Cáritas, por su parte, ha multiplicado por tres las peticiones de ayuda social durante el estado de alarma, el 80% de las cuales se destinan a cubrir necesidades básicas.
Ante esta situación, cada euro público que se invierta debe ir dirigido a mejorar el bienestar y garantizar los derechos de la ciudadanía, especialmente los de las familias en situación de vulnerabilidad. Por su parte, Endesa, que cifra la deuda acumulada en más de 26 millones de euros, quiere que estos recursos públicos sirvan para agrandar sus cuentas anuales y pretende que la Generalitat y el resto de administraciones desembolsen 13 millones. Y, precisamente hoy, la compañía ha anunciado que a lo largo del primer semestre de 2020, coincidiendo con el estallido de la pandemia y las duras medidas de confinamiento, ha obtenido unos beneficios de 1.128 millones de euros, un 45% más que el mismo período del año anterior.
¡Así que hoy decimos basta! No podemos admitir la actitud beligerante e insolidaria de la compañía. A pesar de las campañas de marketing y las donaciones en pleno confinamiento, Endesa demuestra una vez más que a la hora de la verdad da la espalda a las familias vulnerables. Por ello, pocos días antes del mes de agosto, cuando se cumple un año de la carta amenazadora enviada por la empresa a decenas de ayuntamientos de toda Catalunya, alzamos la voz para que Endesa recapacite y cambie su posicionamiento para acabar firmando el convenio que miles de familias están esperando. No puede seguir bloqueando una propuesta de acuerdo consensuada por todas las administraciones de Catalunya y las entidades. Hay que firmar el convenio y resolver con urgencia la cuestión de la deuda acumulada.
Cinco años después de la entrada en vigor de la Ley 24/2015, la ciudadanía se merece este convenio y desde la APE seguiremos luchando para que se cierre ya y Endesa asuma definitivamente su responsabilidad en la pobreza energética.
Compartimos el vídeo de la rueda de prensa:
¡NI SED, NI FRÍO NI OSCURIDAD!