Un miércoles más empezamos el asesoramiento explicando quiénes somos, cómo nos organizamos y los logros conseguidos a lo largo de estos años de vida de la Alianza contra la Pobreza Energética. Una vez hecho esto, pasamos, como siempre, a tratar los casos que llegan al asesoramiento:
- Myroslava, de Santa Coloma de Gramanet, vive con sus hijos en un piso por el que paga un alquiler. Sin embargo, nunca ha tenido contacto con el dueño, del que no sabe ni su nombre. Una tercera persona hace de intermediaria para los pagos. Un día los intermediarios entre ella y el casero le dicen que se tiene que ir de la vivienda, le cortan el agua y la luz y ponen dificultades para que consiga empadronarse ahí. Finalmente consigue el padrón, lo que le permite recuperar el agua, pero no puede restablecer la luz por no ser propietaria.
- Gloria Patricia, de Barcelona, explica que alquiló un piso por medio de una inmobiliaria. Desde la inmobiliaria le explicaron que el anterior inquilino había tenido la luz pinchada, por lo que tuvo que realizar el alta pagando los costes que esto conlleva. Unos meses más tarde, recibe una multa que asciende a casi 3.000 € por haber estado conectada a la luz de manera irregular. Por suerte, con el contrato de alquiler y la ayuda del PAE consigue demostrar que ella entró a vivir más tarde, pero aun así su casero y la inmobiliaria la presionan para que se haga cargo de la multa.
- María Eugenia, de Barcelona, llegó a un piso en el que tuvo que dar de alta la luz, con los 400 € de coste que esto conlleva. Ella pidió a Endesa que le fraccionara este pago, lo cual no fue aceptado. Por si fuera poco, le llegan facturas de más de 100 € mensuales, y Endesa le dice que no puede cambiarse a mercado regulado hasta que no pase un año desde que dio de alta la luz. Ahora tiene una deuda acumulada del alta más las facturas del período en el que no se podía cambiar de tarifa. Además, recibe llamadas de acoso para que pague la deuda (la última hace dos semanas), la cual tiene intención de pagar, pero no puede sin un fraccionamiento.
- Silvia y Carlos viven con sus dos hijos en Santa Coloma de Gramanet. El contador de luz del piso en el que viven, que no está a su nombre, tiene una deuda de 400 €. Debido a esta situación han sufrido un corte de luz durante 15 días, y tienen miedo de que les vuelva a pasar en cualquier momento. Para regularizar la situación están intentando cambiar el contador a su nombre, aunque para ello deban asumir los 400 € de una multa que no es suya. Sin embargo, desde Endesa, les están poniendo muchas dificultades para hacer el cambio de nombre.